17 consejos para el mantenimiento de la impresora
- Es algo muy sencillo, pero básico para el correcto funcionamiento de la impresora en perfecto estado a lo largo de los años. Sigue las especificaciones del fabricante tanto en su instalación como en las recomendaciones de páginas impresas, número de usuarios que imprimen a través de dicha impresora, consejos de mantenimiento, reemplazo de consumibles, no sólo los cartuchos de tinta o el tóner, sino también otros kits de mantenimiento que pueden tener nuestra impresora, etc.
- Realiza mantenimientos preventivos es la mejor forma de que la impresora funcione siempre cuando la necesitamos. Imprimimos sólo lo que necesitamos tener en papel, y que no funcione una impresora en un momento clave puede ser un problema de cara a un cliente, a un documento que tenemos que entregar, etc. Antes de esperar el fallo, mejor revisar cuando hay momentos de baja actividad.
- Desconecta la impresora para limpiarla de la corriente eléctrica, mejor que apagarla con el botón. De esta forma nos evitaremos que se ponga en marcha accidentalmente y se puede generar un problema mayor si tenemos alguna pieza desmontada o limpiando alguna de estas partes. O simplemente que las partes móviles se pongan en marcha y nos puedan generar algún daño.
- Utilizar un paño ligeramente humedecido para quitar el polvo de algodón, bastoncillos o cualquier otro material que no se desprenda o deje fibras. Es muy importante que el paño con el que estamos limpiando no deje residuos, no sería la primera vez que alguien se pone a limpiar una impresora y la deja peor que antes de actuar. Si utilizamos agua para humedecer, mejor si es destilada. Si utilizamos alcohol para limpiar debe ser isopropílico, que no deja residuos una vez evaporado.
- Mantenimiento de la bandeja de papel que a lo largo de la vida útil de la impresora va acumulando pequeñas briznas de papel que en un momento dado pueden atascar o hacer que imprima con manchas, lo cual siempre es complicado de limpiar. Una limpieza al poner nuevos folios si observamos este tipo de suciedad nos evitará este problema.
- Si tienes un atasco de papel, no fuerces la hoja para liberarla ya que lo más habitual es que se acabe por romper y lo que es peor, se quede alguna pequeña parte enganchada que provoque nuevos atascos. Las impresoras tienen distintas puertas que nos dan acceso al canal de arrastre del papel, desde donde podemos tratar de liberar el papel suavemente y sin forzarlo. Si se rompe nos podemos ayudar de unas pinzas para tratar de liberar las pequeñas partes que se han quedado enganchadas.
- Mantén los rodillos de arrastre de papel en perfecto estado limpiados regularmente y sustituidos si es necesario. Evitará que muchas páginas no se impriman bien por un arrastre incorrecto y atascos en el futuro. Si los rodillos son de caucho existen productos específicos, que se pueden aplican en aerosol y nos ayudan a regenerar el agarre inicial de los rodillos. Basta con impregnar un papel con el producto, sujetarlo para que el rodillo ruede sobre él sin atrastrarlo y así se impregna de este producto. Si están muy desgastados, algo que sólo ocurre con las impresoras que ya tienen muchos años, tenemos que plantearnos sustituirlos.
- Utiliza aire para limpiar el polvo y pequeños residuos. Se pueden movilizar también con una pequeña brocha, pero muchas veces suelta algún pelo que puede quedar dentro. Si utilizamos botes de aire comprimido mejor hacerlo en un lugar exterior. Otra opción es utilizar una pequeña aspiradora para que recoja el polvo y residuos que tenemos, pero no puede ser muy potente para que no dañe las pequeñas piezas de la impresora.
- Mantén la impresora alejada del polvo o cubierta siempre que no la estemos utilizando. Sobre todo es recomendable si la tenemos situada en un entorno laboral con muchas partículas en suspensión, como podría ser un taller o un almacén. En estos casos mejor prevenir lo máximo posible. En todo caso, los mantenimientos preventivos en estos entornos deberían ser más frecuentes.
- Si tenemos pequeñas manchas moteadas repartidas por el área de impresión muchas veces se puede solucionar imprimiendo una página con una franja de color negro sólido que ocupe esta misma área. Es un problema más habitual de las impresoras láser, que ha dejado algún resto de tóner, que las de chorro de tinta, donde imprimir esta franja sirve para arrastrar las partículas que están generando dichas manchas. Si las manchas son blancas sobre un color sólido puede deberse a algún inyector en mal estado, algo que corrigen determinados modelos de impresora de forma automática ya sea mediante sustitución pasiva o activa de los inyectores.
- Si hay un derrame de líquidos o de tóner no lo esparzas, algo que puede ocurrir en algún momento. En estos casos lo mejor es utilizar papeles secantes para tratar de que absorban toda la humedad. Los derrames de tóner si utilizamos consumibles que no son originales no son algo extraño, ya que los cartuchos en muchos casos no están sellados y es posible que esto nos falle.
- No aplicar productos de limpieza comunes que dejen residuos y puedan producir el efecto contrario. No olvidemos que los productos de limpieza no dejan de tener compuestos químicos que colocados en un rodillo, en un papel o en canal de arrastre pueden hacer que las tintas luego no se fijen como deben al papel.
- Si no entra a la primera, no lo fuerces. Esto debería ser una máxima que aplicamos a todo lo que hacemos en la impresora, ya sea la colocación del papel o el cambio de los cartuchos de tinta o el tóner, pero también otras piezas como el tambor, fusor, etc, que pueden ser parte del kit de mantenimiento que debemos cambiar cada cierto número de impresiones. Por lo general los componentes sólo entran en una posición, por lo que si no encajan suavemente, mejor sacarlos y volver a intentarlo en otra posición ya que seguramente nos estamos equivocando.
- Aprovechar las opciones de autolimpieza de cabezales, disponibles en la mayoría de las impresoras, de manera que si observamos que no se está imprimiendo bien, podemos ejecutar el test desde la opción de herramientas de impresión, o en aquellas con pantalla táctil desde el menú correspondiente. Esta opción es más frecuente en impresoras de tinta y gastará un poco del consumible en el proceso ya que lo que hace básicamente es impulsar un chorro de tinta por el cabezal a una velocidad mayor para que si queda algún residuo lo expulse de forma automática, así como alinear los cabezales si estos son móviles.
- Limpieza de los cartuchos con un bastoncillo algo útil para las impresoras de chorro de tinta que incluyen el cabezal en el propio cartucho. De todas formas si ya tenemos el cartucho con poca tinta, lo mejor es sustituirlo por uno nuevo, ya que con esto tendremos un nuevo cabezal de impresión. En las impresoras láser nunca hay que tocar el rodillo de transferencia a menos que no nos quede más remedio y estemos seguros que aquí está el problema.
- Los consumibles no originales no son una buena idea para el mantenimiento de las impresoras. A lo largo de los años en la empresa he visto como en la mayoría de los casos, los problemas de impresión se solucionaban con un tóner o cartucho de tinta original. Después de la visita del técnico especialista en impresoras, y la recomendación de poner un cartucho original, tras el cambio el problema quedaba resuelto.
- Cambiar el kit de mantenimiento que tienen disponibles algunos modelos de impresoras ya que sustituyen determinadas piezas de desgaste de la impresora. Se suele solicitar su cambio una vez superado el umbral de impresiones establecido para ello. Si superamos este límite de impresiones no significa que no podamos imprimir, pero nos podría fallar más a menudo o dejar de funcionar cuando más lo necesitamos.
Firma: Jerson A. Martínez M.
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