Mantenimiento de discos duros
Qué es
El disco duro es el principal soporte de almacenamiento de datos de un ordenador y contiene el sistema operativo, todos los programas y el resto de los datos que introduce el usuario, como documentos o fotos digitales. En el interior de este este tipo de discos encontramos una serie de platos metálicos apilados girando a gran velocidad. Sobre estos platos se sitúan los cabezales encargados de leer o escribir.
Tipos
En función del tipo de interfaz tenemos diferentes tipos de discos duros. Los más comunes son: Integrated Drive Electronics (IDE, también llamado ATA), SCSI, poco extendido actualmente, y SATA o Serial ATA, este último estandarizado en el año 2004 y actualmente el más utilizado.
En los equipos que compramos habitualmente en tiendas de informática nos encontraremos básicamente discos duros con interfaces SATA, el actual estándar del mercado. En cualquier caso, el mantenimiento se rige por los mismos principios en todos ellos.
Si comparamos todos los componentes de un ordenador, el disco duro es el más sensible y el que requiere mantenimiento. La detección precoz de fallos puede evitar a tiempo un desastre y la pérdida parcial o total de información, aunque no siempre puede detectarse con anticipación.
Mantenimiento básico del disco duro
Para realizar un correcto mantenimiento de nuestro disco duro tendremos que seguir punto a punto ciertas operaciones.
Paso 1. Deja espacio libre suficiente
Cuando el espacio libre de un disco se agota o le falta muy poco, el equipo puede comenzar a funcionar de forma errónea, aparecen mensajes de error, las aplicaciones pueden no iniciarse correctamente o se cierran después de abiertas, todo funciona de forma más lenta y llega el punto de que se nos avisa de que no nos queda espacio en disco. Llegado ese momento tenemos que liberar espacio para poder trabajar de forma adecuada.
Como referencia aceptable se puede decir que el espacio vacío de un disco duro no debe ser nunca inferir al 10% de su capacidad total y, si se llega a este límite, se deben borrar archivos innecesarios, desinstalar aplicaciones que no se usen, comprimir archivos o, porque no, comprar un disco de mayor capacidad y copiarle los datos.
Paso 2. Elimina archivos innecesarios
Todas las aplicaciones de Windows generan archivos temporales. Estos archivos se reconocen por la extensión “.tmp” y generalmente existe uno o varios directorios donde se alojan. En condiciones normales, las aplicaciones que abren archivos temporales deben eliminarlos cuando la aplicación se cierra, sólo que, en muchas ocasiones no sucede así.
Por ejemplo, cuando se cierran en condiciones anormales (Windows se cuelga) o por una deficiente programación de la aplicación, el sistema puede no eliminar dichos archivos. Esta suma de acontecimientos nos puede generar una gran cantidad de archivos temporales innecesarios que hemos de eliminar para prevenir perdidas de rendimiento de nuestro disco duro en el futuro.
Windows incluye, en la ventana de propiedades de las unidades de disco, una herramienta para tal fin. Hacemos clic en Inicio, a continuación en equipo y sobre nuestro disco duro C, D u otro presionamos con el botón derecho del ratón; en el menú que se muestra seleccionamos Propiedades y aparece una ventana. En dicha ventana hacemos clic en Liberar espacio y seguimos los pasos del asistente.
Existen otro tipo de archivos que pueden borrarse y no son temporales, son aquellos que se encuentran en la papelera de reciclaje, los archivos temporales de Internet Explorer (si trabajamos con Firefox u otro navegador también tendremos archivos temporales que podremos eliminar) y algunas carpetas que permanecen en el disco después de que se descargue o se instale algún programa.
Para borrar los archivos temporales en Internet Explorer haremos lo siguiente. Haremos clic en Herramientas, Opciones de Internet, Archivos temporales de Internet y presionamos sobre el botón de Eliminar. En el caso de Firefox haremos clic en Herramentas, Opciones, Privacidad y a continuación presionaremos sobre el botón Limpiar ahora.
Otra posibilidad que puede producir notables incrementos del espacio disponible es la compresión de archivos o directorios completos. Si por ejemplo, se tiene instalada una aplicación voluminosa que se utiliza de forma esporádica, se puede comprimir el directorio completo y descomprimirlo sólo cuando se use. Con esta técnica podemos obtener reducciones de más del 50% del espacio originalmente ocupado.
Esta técnica era interesante emplearla hace unos años cuando el tamaño de los discos duros era más reducido y el precio elevado. Hoy, el tamaño es tan elevado y el precio tan asequible que en muchos casos la compra de un disco duro adicional compensa más que realizar tareas de este tipo, sobre todo porque la velocidad de acceso a los datos se ralentiza.
Paso 3. Comprueba el estado de la salud de nuestro disco duro
Todas las versiones de Windows incluyen la herramienta scandisk o chkdsk, que permite una verificación del “estado de salud” del disco duro. El análisis que realiza esta herramienta nos pueden solucionar percances del tipo:
A. Clusters perdidos. Se trata de un espacio aparentemente ocupado en el disco, pero no asociado a ningún archivo o directorio. Este espacio debe recuperarse mediante una de estas opciones: convirtiendo el espacio en un archivo, o borrándolo. Estas anomalías surgen generalmente asociadas a un fallo de corriente, o la finalización anormal de una aplicación o del propio sistema operativo.
B. Direccionamiento cruzado de archivos. Un espacio del disco es asignado a dos o más archivos. Generalmente este problema es solucionado satisfactoriamente por scandisk.
C. Localizar y reparar sectores dañados. Las causas principales que redundan en el daño de los sectores son: el envejecimiento del disco, las condiciones ambientales adversas (exceso de humedad, calor, etc.), el uso abusivo prolongado, el fallo de corriente y los golpes.
En ocasiones, cuando el daño se produce por un golpe o fallo de corriente, el área dañada puede ser única, pequeña y concentrada. En este caso, scandisk o chkdsk tratará de copiar la información en un cluster sano. Si el daño físico se presenta en diversas zonas del disco, ha llegado la hora de cambiarlo. Tendremos que realizar una copia de respaldo de toda la información y sustituir el disco, ya que los daños físicos son irreversibles.
Paso 4. Fragmentación del disco
Al trabajar con un ordenador se produce un ininterrumpido proceso de borrado de archivos e instalación de otros nuevos. Los nuevos se instalan a partir del primer espacio disponible en el disco y si no cabe, se fracciona, continuando en el próximo espacio vacío.
Un índice bajo de fragmentación es tolerable e imperceptible, pero en la medida que aumenta, la velocidad disminuye a razón del incremento de los tiempos de acceso al disco, ocasionado por la fragmentación. Con el paso del tiempo, la fragmentación puede hacerse notable y provocar que todo funciona muchísimo más lento.
Todas las versiones de Windows incluyen un defragmentador de disco. El proceso de defragmentación total puede consumir bastante tiempo -en función del tamaño del disco- y no deben realizarse otras tareas mientras realizamos esta operación. Se debe desactivar también el protector de pantalla.
Paso 5. Acceso al hardware
Si tenemos acceso al hardware de nuestro equipo, podemos comprobar que el disco duro o discos duros se encuentren correctamente atornillado, firmes y libres de suciedad y polvo. Como medida de mantenimiento podemos colocar un ventilador que los refrigere y que mantenga la temperatura correcta. Esta opción es especialemente interesante si por ejemplo, tenemos los discos duros en constante funcionamiento por el uso intensivo de las redes P2P u otros.
Paso 6. Herramientas adicionales para analizar disco duros
– Seatools: Herramienta de diagnóstico que nos ayuda a determinar las condiciones de un disco. Incluye varios test para determinar el estado físico. Se trata de una herramienta gratuita de la empresa Seagate. Originalmente sólo servía para testear discos duros Seagate y Maxtor pero ahora también se puede emplear con discos de otros fabricantes. Esta herramienta es gratuita.
– Flobo Hard Disk Repair. Herramienta que nos permite realizar tareas como: test de velocidad, test de superfie, revisar la estabilidad del disco, monitorizarlos y predecir fallos futuros. Esta herramienta incluye Flobo Bad Sector Repair que nos permite recuperar los sectores dañados de nuestro disco duro. El precio de esta herramienta es de 27,32 euros.
A pesar de que podemos poner todas la medidas necesarias para manterner la salud de nuestros discos duros en buen estado, éstos se pueden averiar. Las causas fundamentales de avería son dos: el própio uso y los cortes de corriente. En menor medida los discos duros se pueden averiar por otras causas.
Pero antes de ponernos a trabajar con un disco duro que muestre sintomas de avería es conveniente realizar copias de seguridad y curarnos en salud ante un incidente de este tipo.
Tabla de contenidos
1. Mantenimiento de discos duros
2. Copias de seguridad
3. Si nuestro disco se avería
4. Formatea un disco duro.
Firma: Jerson A. Martínez M.
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